La revolución en los canales de comunicación ha llegado de la mano de la web 2.0 y las redes sociales.
Constantemente nos llegan muestras de su poder de difusión y su viralidad (Túnez, ahora Egipto…).
Estos nuevos canales y formatos han llegado para quedarse y se van introduciendo con asombrosa velocidad en todas las facetas de nuestras vidas y nuestro trabajo, queramos o no.
Ahora la cuestión para profesionales y empresas no es decidir si estar o no estar en esos medios, sino cómo estar para alcanzar sus objetivos.
Si sus clientes no están aún en las redes sociales, lo estarán pronto para no sentirse “raros”, y si no es así, seguro que sus clientes potenciales, los llamados nativos digitales, si lo están y ¡de que manera!. Ya estamos en Facebook una media de 90 minutos al día y las redes sociales empiezan a desplazar a los canales convencionales (TV, radio, prensa..) como destaca el Estudio General de Medios del pasado mes, del que se desprende que los andaluces vemos un 18% menos la tele y usamos internet el triple que hace un año.
Ante este cambio, en el que por otra parte siguen siendo válidas muchas premisas del Marketing de toda la vida, tenemos 3 opciones básicamente:
No estar en los nuevos canales por miedo o pereza a lo nuevo, estar de cualquier manera, o ser inteligentes e informarse, formarse y analizar para tener un plan de e-comunicación coherente, en el que aportemos valor y obtengamos unos resultados medibles, no vaya a ser que perdamos un tiempo que deberíamos dedicar a otras cosas también rentables.