Ha explotado. El boom del Social Media ha llegado por igual a profesionales y a empresas que se quieren subir al carro de las Redes Sociales. ¿Por qué? Es obvio, por la gran cantidad de posibilidades que ofrece.
Muchas empresas sienten la repentina necesidad de tener ahora presencia online en todos los canales sociales habidos y por haber, y emprenden una carrera frenética por abrir sus perfiles sociales en todos los canales: Facebook, Twitter, LinkedIn, Foursquare, Google Plus… , pero, ¿saben a ciencia cierta qué es lo que están haciendo?
Hay empresas cuyo máximo objetivo en Social Media es presumir de fans y de followers, sin saber bien ni cómo conseguirlos ni qué hacer con ellos una vez los tienen, sin tener un plan claro que seguir, pensando que a más followers, más ventas, como por arte de magia, y eso, amigos, no es así. Es necesario fidelizarlos, cuidarlos y mimarlos.
Si no utiizamos los followers de forma responsable, tal y como afirman los spots de bebidas alcohólicas (xxxx recomienda el consumo responsable), no sólo no nos valdrán de nada, sino que las hordas de seguidores de nuestra marca se volverán contra nosotros reclamándonos algo por lo que quedarse con nosotros. Si se revuelven contra nuestra gestión, citando a la película Apollo XIII, “Houston, tenemos un problema”. Bueno, un problemón. Unos followers descontentos serán fuente siempre de complicaciones y de malos comentarios u opiniones, algo que ninguna marca desea tener en sus perfiles sociales.
En esto del Social Media, como en la vida misma, más vale un buen amigo bueno que mil malos: de nada nos sirve tener una gran masa de seguidores que no nos aporten valor, por lo que deberemos centrarnos en captar la atención de aquellos usuarios que puedan mejorar lo que ya somos y tenemos y que, a la vez, sean de los que hablen a otros de nosotros y de lo bueno que somos.
Esta es la cuestión. No se trata de cuántos followers tenemos, sino de lo que hacemos con ellos.
Los followers no son jarrones carísimos que una vez conseguidos dejamos en una estantería, son algo para usar en nuestra estrategia, para dinamizar y fidelizar.
Son los que mejor nos pueden decir a través de sus comentarios qué funciona y qué no, cómo lo estamos haciendo, qué debemos corregir, y, sobre todo, ellos son la razón de nuestra presencia en internet: no se trata de mí, sino de vosotros.
Tampoco consiste en hacer oír nuestra voz, sino de construir relaciones basadas en la confianza y en la retroalimentación de unos y otros: tú hablas, yo escucho; tú preguntas, yo contesto.
No podemos pensar que el Social Media va de conseguir quien nos siga y olvidarnos de todo lo demás, porque todos, aunque tengamos voz, somos audiencia y seguimos a alguien.
Sigamos la máxima internacional de “no hagas lo que no quieres que te hagan” y seamos responsables.
¿Y vosotros cómo usáis vuestros fans o followers?