A estas alturas, ya no es necesario de hablar de la necesidad de formación para el profesional en todos los campos y ámbitos, máxime, si hablamos de lo dospuntocero, de las Redes Sociales y todo lo relacionado con ellas.

Como ya quedó constatado, es fundamental para el profesional del Social Media tener un conocimiento amplio y profundo acerca de cómo funcionan estas plataformas, de cómo relacionarse con su comunidad y cómo crear comunidad, para lo que es imprescindible que sepa, no sólo qué herramientas puede usar para realizar su tarea diaria, sino, para dilucidar cuáles de esas herramientas son las más óptimas para cubrir sus necesidades.

También quedo claro, al menos en mi opinión, de la importancia que tiene, a la hora de realizar un curso de formación de Social Media, elegir el más adecuado, basándonos en el temario y en los profesionales, en los docentes que lo imparten, teniendo en cuenta su experiencia y sus conocimientos propiamente dichos.

Hay que ser muy objetivos y analizar muy bien qué esperamos de un curso y ser capaces de ver si el temario propuesto cubre nuestras necesidades, poniéndonos en contacto, incluso, con la persona responsable del mismo para preguntarle cualquier duda que nos surja, puesto que en muchas ocasiones nos matriculamos en cursos de formación en los que nos prometen una serie de conocimientos y, al término del mismo, no hemos adquirido ni la mitad, al tratarse, simplemente, de una presentación de una serie de recursos que nosotros mismos podemos aprender con el simple hecho de leer la información que existe acerca de ellos en la web.

Algo a tener muy en cuenta es que el profesional, una vez está trabajando, no debe dejar de aprender, pues el mundo dospuntocero es un ámbito en constante cambio, en constante actualización, y, si no queremos dejar de ser competitivos y quedarnos atrás, debemos fluir con la corriente, avanzar con las nuevas tendencias.

Para ello, los cursos de reciclaje son muy positivos. Suelen ser cursos de corta duración en los que los profesionales se actualizan con las novedades del sector y continúan su mejor profesionalización, adoptando las nuevas tendencias.

Si los smartphones tienen sus actualizaciones, al igual que el software, y el ser humano es la máquina más perfecta que existe, ¿por qué no actualizarnos nosotros?