No hay duda de que una de las mejores maneras de aprender algo es que alguien con más experiencia te lo enseñe, y, si se trata de un campo donde continuamente es necesario estar reciclándose y, no sólo conocer, sino adoptar las novedades del sector, como es el Social Media, es fundamental que un profesional sea el que nos guíe por el buen camino.
Hay muchas personas que afirman que el Social Media se puede aprender leyendo, y es cierto en cierto modo, pero es mucho más efectivo que alguien que sepa bien lo que tiene entre manos nos dirija hacia determinados aspectos en los que, de otra forma, nos perderíamos entre la vorágine de artículos y tweets que circulan por la red.
Para alguien que empieza en el mundo dospuntocero puede ser realmente desesperanzador lanzarse a la piscina sin el flotador que supone que un experto le explique por dónde debe empezar, qué leer, qué es lo importante y qué no lo es tanto, o qué es lo más acuciante que debe saber.
Es necesario sentar unas bases sobre las que construir nuestro conocimiento, y esos pilares se consiguen con una buena formación. Está claro que nadie se hace experto sólo con un curso, pero es crítico formarse adecuadamente si queremos convertirnos en auténticos profesionales del Social Media. Esa formación será el fundamento de nuestra mejora continua y de un aprendizaje autodidacta mucho más rápido.
Valga un ejemplo: en la Universidad nos muestran una serie de herramientas y nos dan unos conocimientos fundamentales a la hora de realizar el futuro trabajo. La Universidad nos da la posibilidad de, en un momento posterior, si lo deseamos seguir investigando y seguir aprendiendo, fundamentando ese aprendizaje en un conocimiento de base sobre el que se sustenta.
Ahí radica la importancia de la formación en Social Media, en darnos a conocer conceptos y herramientas que de otra manera sería difíciles de adquirir debido a que, aunque en la red circula muchísimo material, no está organizado en función de nuestro conocimiento ni de nuestra experiencia.
En definitiva, podemos decir que lo óptimo será un profesional con conocimientos, experiencia en la materia, que tenga buenas dotes didácticas y que transmita pasión por lo que enseña.
¿Y tú, qué opinas?