Seguro que alguna vez os ha ocurrido la siguiente situación: hacer una búsqueda en Internet sobre un tema de vuestro interés como un viaje, un coche, un vuelo a la ciudad de vuestros sueños… y en pocos días no parar de ver anuncios relacionados con ese tema. Podemos pensar que es coincidencia o una simple casualidad, pero nada más lejos de la realidad.

El remarketing o retargeting es una técnica publicitaria muy utilizada en la actualidad. Así, mediante nuestro historial de cookies (las cuales tienen su uso regulado por la Ley de Servicios de la Información y sobre lo cual ha publicado una guía de uso la Agencia de Protección de Datos), se guarda cierta información de nuestra navegación por internet y las páginas que hemos visitado, para posteriormente mostrarnos publicidad sobre dichos productos. La ventaja de la misma y lo que la hace más efectiva es que no es una publicidad “a ciegas” si no que se dirige a personas que de antemano sabemos que están interesadas en el producto que se le va a ofrecer, por lo que la capacidad de conversión para que acaben adquiriendo el mismo es mucho mayor. Por ello desde el punto de vista de los anunciantes es un recurso muy efectivo, ya que se pueden dirigir a segmentos concretos de público interesados en lo que ellos ofrecen.

Aunque no todo van a ser ventajas. La principal desventaja es que el retargeting no va dirigido a nuevos potenciales clientes o usuarios, sino que va a un nivel más específico, ya que está dirigido únicamente a los internautas que anteriormente han mostrado interés en nosotros, en nuestros productos o servicios, y han visitado o interactuado con nuestra web o canales sociales.

¿Pero y qué pasa con los consumidores? Hay quienes piensan que esta técnica puede ir en contra de nuestra privacidad. El poder controlar nuestras cookies y ver que páginas consultamos en cada momento, aunque es completamente legal, es algo que no está del todo bien visto por muchos. Las principales redes sociales no se han quedado atrás en este tema. Así tenemos a Twitter con sus tweets promocionales y a Facebook con Facebook Exchange, el sistema que permite a los anunciantes segmentar a sus usuarios en función de su histórico de navegación en internet (además de otras redes de publicidad que utilizan esta técnica en páginas webs, como por ejemplo Google Adwords).

Sin embargo para aquellos que no estén de acuerdo con esta forma de publicidad y no quieran que sus pasos en internet queden grabados para su posterior uso, existe la posibilidad de desactivar la opción del contenido promocionado, dentro de la configuración dentro de nuestro navegador en la opción de “Do Not Track” o incluso específicamente en la propia configuración de nuestro perfil de Twitter (desmarcando la opción de “Contenido promocionado”), lo que no le permitirá mostrar más anuncios sobre las cosas en las que ya mostraste anteriormente interés. Otra opción para los usuarios es el borrado de las cookies al cerrar el navegador o activar la navegación de forma privada, así cada vez que accedan al no tener guardadas las cookies se incorporarán a la web como si fueran un nuevo cliente, por lo que la campaña de remarketing o retargeting no tendría éxito en ellos.

Sea como sea es una opción más de publicidad que parece estar dando sus frutos ¿Qué pensáis vosotros?

Estas posibilidades de publicidad las podréis conocer más a fondo en los planes formativos en Social Media de la Cámara de Comercio de Sevilla.