Cuando empecé el curso de Community Manager en la Cámara de Comercio y nos dijeron que había prácticas pensé en que yo, siendo de Filología Árabe, con un perfil muy concreto y algo cabezona, no encontraría nada que me gustara. Así que me resigné pensando en que haría mis prácticas en una empresa que comercializara tornillos o algo así. Vamos, que jamás hubiera yo imaginado que iba a terminar en Segunda Planta y llevando un proyecto íntimamente relacionado con Marruecos, mi gran pasión.

Trabajar en una agencia como Segunda Planta es genial. No sólo por los compañeros: Curro, Raúl, Alberto, Inma, Luis y David, sino también por los proyectos tan variados que hay y los perfiles tan interesantes. Cada uno es especialista en algo concreto pero con nociones –bueno, conocimientos muy altos- de todo. Así que cualquier duda queda resuelta rápidamente, incluso las personales. Le echaron un vistacillo a mi blog (www.elviernescuscus.com) y en dos minutos me dieron las “claves del éxito”.

Al ser una agencia tiene proyectos de todo tipo y la verdad es que el no centrarse en nada concreto es muchísimo más interesante. Imagino que ellos, que son grandes profesionales, están acostumbrados a cambiar de un proyecto a otro pero yo aún me asombro de cómo pueden cambiar con tanta facilidad de tema y no perderse por el camino. Yo solo llevo un proyecto y a veces me cuesta centrarme…

He aprendido muchísimo. Y estoy realmente impresionada conmigo misma. El primer día que vi WordPress pensé en tirar(me) (el ordenador) por la ventana y ahora soy más que amiga suya. Me parecía imposible poder gestionar un proyecto con tantas herramientas como son necesarias y ahora lo puedo bandear más o menos aunque sé que todavía me queda mucho que aprender. Y finalmente pensé que estar cinco horas delante del ordenador y de las redes sociales me haría odiar mis cuentas personales pero no ha sido así. ¡Incluso me he abierto un Twitter y un blog!