Hoy en día damos al Social Media una gran cantidad de usos muy variados. Hay quien se sube al carro de lo dospuntocero para encontrar trabajo o para vender sus productos, pero muchos no conocen aún la verdadera dimensión de una de las herramientas que más y mejor les puede ayudar a mejorar su imagen de marca.

No es un secreto para nadie el hecho de que las empresas que ya han decidido pasar del mundo unidireccional al universo bidireccional, en el que lo que prevalece es la interacción con la comunidad, dan el salto al universo social para mejorar su imagen de cara al cliente y, por supuesto, para obtener más beneficios, además de para posicionarse como referente en el sector .

Obviamente, para que otros encuentren en nosotros a alguien con autoridad y nos reconozcan como una fuente fidedigna, necesitamos tener algo que comunicar, algo que otros puedan leer y decir “esto es interesante” y que aporte valor a la comunidad que nos sigue, que al fin y al cabo, será la destinataria de nuestras acciones.

Un blog es el perfecto aliado para hacer llegar a nuestros seguidores lo que tenemos que decir, ya que, no sólo podemos utilizarlo como fuente de información a la que otros puedan acudir, sino, que también, mediante los comentarios y feedback que nos dejen los internautas, podremos crear la comunicación y el diálogo tan buscado en Social Media, el más que ansiado engagement con la comunidad.

Uno de los grandes beneficios de crear y mantener un blog  corporativo es que éste puede ser el núcleo dónde almacenar toda la información que generemos y a su vez estar conectado con el resto de  canales sociales que tengamos activos en nuestra empresa para optimizar la distribución del contenido y que llegue de forma eficaz a nuestros diversos públicos.

Pero no nos engañemos, no es suficiente con tener algo que decir, es fundamental cómo lo decimos: si no sabes explicar algo, no lo sabes. Antes de lanzarnos sobre el ordenador, planteemos cómo hacerlo.
El post debe estar bien documentado, sobre todo si trata temas en los que no somos expertos, si vamos a hablar de algo, que sea correcto. Las ideas no deben estar plasmadas en el papel sin orden ni estructura, debemos dar un lugar a cada una de ellas y que cada una tenga su lugar.

Algo que se suele hacer y no nos percatamos del error que supone es centrar todos nuestros esfuerzos para añadir contenido sin cuidar la forma. Ambos aspectos son fundamentales. Si pensamos en un blog como en una fuente de información y como forma de llegar a nuestra audiencia y a nuevos usuarios, debemos poner especial cuidado en el contenido, por supuesto, pero también en el diseño del blog, de forma que sea atrayente y fácil de leer.

Respecto a la forma de escribir el artículo, debemos prestar principal atención en el modo en el que lo redactamos, a saber, sin faltas de ortografía, comprensible, y bien desarrollado. Por otro lado, debemos pensar en escribir para personas, que son las que nos leen, aunque tengamos en consideración que el uso de las palabras clave pueden mejorar nuestro posicionamiento, y no llenar nuestro artículo de palabras clave o enlaces.

Tenemos diez segundos para captar la atención del usuario, por lo que deberemos hacer atractivo el comienzo del post, ¿qué vamos a hacer con ese valioso tiempo? Enganchar al lector, esa es la clave.

¿Y tú, cómo escribes tu blog? ¿Se te ocurren maneras de mejorar su eficacia?