Todos sabemos que en el ecosistema social encontramos distintas tipologías de usuarios, y, si hay uno que molesta al resto de los usuarios, ese, sin lugar a dudas, es el spammer.
El spammer invade nuestros perfiles sociales mediante el envío de publicidad o mensajes maliciosos, pudiendo encontrar desde el bot, que simplemente envía mensajes basura, hasta el perfil falso, que persigue un objetivo concreto, como puede ser robar datos, dando lugar a la técnica conocida como phising.
Otro tipo de spammer es el usuario que se da autobombo o el que hace demasiadas llamadas a la acción. Esta práctica de autopromoción masiva no es muy bien acogida por los demás usuarios, promocionarnos, claro que sí, pero sin hacer spam. Hay que tener cuidado.
Según Constant Contact, en Twitter existe menos cantidad de spam que en la red social de Mark Zuckerberg, Facebook, ya que en la red del pájaro azul sólo hay un 1,5% de spam frente al 4% que hay en Facebook, lo que suma más de cuatro millones de usuarios los que tienen que lidiar con este tipo de mensajes, tendencia que sigue aumentando.
No es complicado identificar a un spammer: con frecuencia aparecen tras perfiles falsos desde los que lanzan a la red links o links acompañados de frases cortas, siendo necesario ser cautos a la hora de abrir estos enlaces, ya que, generalmente, son enlaces infectados con malware.
Evitar el spam es beneficioso para nosotros y para nuestra comunidad, así evitaremos muchos problemas en nuestro ordenador. Ante la presencia de un spammer en nuestro TL o nuestro muro, lo mejor es denunciarlo, y, en caso de que alguien a quien seguimos empiece a enviar spam, comunicárselo para que pueda realizar las acciones necesarias.
El contenido ideal para publicar y no ser spammers es el que le interesa a nuestra audiencia,
como ofertas especiales, promociones, contenido exclusivo.
Se recomienda actualizar en Facebook una o dos veces al día, y en Twitter, no más de cuatro tweets por hora. Esto mejora el engagement de una forma mayor que si agobiamos a los usuarios con actualizaciones contínuas y sin medida.
¿Y tú, qué haces para no ser un spammer?